
Por: Dulce García |
Algunas personas en el mundo, han optado por adoptar sanguijuelas como mascotas, ya que consideran que son unas criaturas interesantes, destacando que por siglos han estado vinculadas a los humanos.
Las personas que deciden tener sanguijuelas por amigas en su casa, en ocasiones las alimentan con su propia sangre, como el caso de Khomjani, un joven estadounidense de 23 años, quien afirma que son criaturas increíbles, curiosas y crecen como locas.
Según Khomjani, cada sanguijuela tiene su propia personalidad y opina que son maravillosas mascotas, algunas son más aventureras y otras más tímidas, y lo dice por su propia experiencia, pues él tiene cuatro de estas criaturas blandas a las que alimenta con su propia sangre.
En el mundo existen más de 600 especies de sanguijuelas y muchas de ellas, no todas, chupan sangre.
Existen especies como las sanguijuelas-gusanos (Pharyngobdellida), que cazan pequeños invertebrados para tragárselos, mientras que algunas especies son detritívoros que se alimentan de materia orgánica en descomposición.
Las sanguijuelas parasitarias cuando tienen hambre detectan el calor del cuerpo o el CO2 de la respiración, y recorren el camino hacia su víctima utilizando su boca y sus ventosas en el trasero, porque aunque no lo creamos, por esa parte de su cuerpo también succionan.
Al encontrar que el huésped es adecuado, la sanguijuela inyecta su saliva anestésica y anticoagulante succionando de 10 minutos a una hora sin producir dolor la mayor parte de las veces.
Estas criaturas pueden durar hasta un año sin alimento, pero los expertos en sanguijuelas recomiendan alimentar a las especies más grandes cada 3 o 6 meses.
Aquellas personas que deciden adoptar una sanguijuela como animal de compañía, deben consultar a su médico, ya que algunas personas suelen ser alérgicas a su saliva y podrían contraer infecciones.
Con información de Hipertextual y Redes sociales.