
Por: Dulce García |
Sin el afán de satanizar a los diversos productos grasos que utilizamos para cocinar nuestros alimentos, Mariana Isabel Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, explica cuál de estos tres elementos grasos es mejor:
- Aceites: Los encontramos en estado líquido y tienen una mayor abundancia de ácidos grasos insaturados. Estas insaturaciones en su estructura química (ácidos grasos insaturados, monoinsaturados o poliinsaturados) permiten que tengan ese estado líquido y así conserven sus propiedades benéficas.
- Margarina: Son sólidos debido a que sus aceites líquidos se hidrogenan, y al cambiar de un estado a otro, sus ácidos grasos se vuelven menos benéficos para la salud.
- Manteca/Mantequilla: Al venir de los animales, la manteca tiene grasas, sobre todo, saturadas. Las grasas saturadas tienen efectos adversos en la salud, generando riesgos cardiovasculares.
Para Valdés Moreno la clave está en saber para qué utilizaremos cada uno de los productos en nuestras preparaciones culinarias, tomando en cuenta que lo más importante en cualquiera de los casos, es:
- Someterlos lo menos posible al calor, es decir, no calentarse demasiado.
- Utilizarlos únicamente en una sóla ocasión, no reutilizarlos en su uso.
En cuanto a aceites como el de oliva, es posible consumirlos a temperatura ambiente como aderezo en ensaladas y verduras, lo cual conserva todas sus propiedades benéficas para la salud.
Con información de UNAM Global.