Por: Dulce García |
Este martes, los animales tienen un día grande en el calendario, ya que se celebra a su santo patrón San Antón, festividad que tuvo origen en el antiguo Egipto, en el año 251.
Antonio Abad o Antonio Magno fue un monje cristiano-católico, fundador del movimiento eremítico, es decir, de aquellos que viven como ermitaño o eremita, una persona que elige profesar una vida solitaria, sin contacto permanente con la sociedad.
San Antonio Abad nació en el año 251, y alrededor de sus 20 años, antes de convertirse en eremita, vendió sus posesiones y repartió su herencia entre los pobres, para después retirarse al desierto.
San Antón como también es conocido, es reconocido por una leyenda que cuenta que en alguna ocasión, se le acercó una jabalina con sus críos que estaban ciegos, y en aquel momento, Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces como agradecimiento, la madre jabalí no se separó de él y se convirtió en su compañera y guardiana.
Antonio Abad vivió hasta los 105 años, y pesar de que su última voluntad era que sus restos reposaran en una tumba anónima, posterior al siglo XVII, tras la caída de Constantinopla, sus reliquias fueron llevadas a una provincia francesa, para que unos años después, se estableciera su celebración el 17 de enero.
Es por ello que en España y otras latitudes católicas, en el día de San Antón se acude a bendecir a los compañeros de la creación a la iglesia.
Con información de Redes sociales.
