
Por: Dulce García |
En el marco del Día Internacional contra el Bullying y el Ciberacoso escolar, expertas en psicología y psiquiatría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coinciden en que esta problemática de la violencia escolar, va ganando terreno a diario en nuestro país y es influida por nuestra cultura.
La doctora Ana Carolina Rodríguez, investigadora del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, explicó que cuando los niños interactúan en contextos familiares y sociales en los que perciben violencia de manera cotidiana, la normalizan y trasladan al entorno escolar.
Si el menor ve violencia en casa, es probable que la normalice y cuando la experimente en la escuela, le parezca normal observarla, recibirla o ejercerla.
La psiquiatra afirma que las normas flexibles y la poca supervisión en los entornos de los menores, favorece que en la actualidad, a los niños y jóvenes no les “haga sentido” seguir reglas y funcionar socialmente de acuerdo a las mismas.
La experta coincide con los estudios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y organizaciones como Bullying Sin Fronteras, que atribuyen este fenómeno a causas multifactoriales, por lo que las familias y las escuelas, deben funcionar de manera sincronizada en materia de los valores que se le enseñan a los niños en ambos contextos.
En cuanto a la identificación de los victimarios, la investigadora indicó que suelen ser muy sociables, incluso podrían ser divertidos, extrovertidos, sin presencia de culpa en su conducta y con el poder de subordinar a un grupo; mientras que las consecuencias del torturado suelen ser la victimización, depresión, conductas suicidas, aislamiento e indefensión aprendida.
La Unicef señala que las consecuencias del acoso, trastocan no sólo el entorno educativo, también lo social, lo familiar y la salud física y mental:
- Consecuencias educativas: Ser acosado socava el sentido de pertenencia a la escuela y afecta la participación continua en la educación. Los niños y niñas abusados se perciben como alguien extraño en la escuela y tienden a desertar después de terminar la educación secundaria. Los niños y niñas que son acosados tienen resultados educativos más bajos que aquellos que no lo son.
- Consecuencias para la salud: El acoso se asocia a niveles más elevados de sentimiento de soledad y pensamientos suicidas, estrés y ansiedad, depresión, tasas más altas de tabaquismo, consumo de alcohol y cannabis, así como, tasas más bajas de satisfacción con la vida y salud autoinformada. La violencia escolar también puede causar lesiones y daños físicos, incluso, puede llegar a la muerte.
Padres, madres, maestros y toda la sociedad, somos parte del problema, pero también de la solución. Promovamos constantemente y en todos nuestros entornos, el respeto y la interacción sin violencia como nuestra principal regla.
Con información de UNAM Global, Unicef y Redes sociales