
Por: Carlos Carrera |
Ante el sostenido y acelerado crecimiento de la inflación en México, como no se veía desde hace más de 20 años, el Gobierno federal ha entrado en fase de alarma y planea aplicar una receta de hace 25 años, controlar los precios del huevo, leche, aceite, frijol, pollo y tortilla, entre otros productos más de la canasta básica, mediante un pacto con empresarios y comerciantes.
La inflación en México, la segunda economía más grande de América Latina alcanzó a principios de abril un 7.72 por ciento, más del doble del objetivo del banco central del 3 por ciento, impulsada por los costos de alimentos, gasolina y vacaciones.
El Presidente López Obrador anunció este lunes que presentará un plan que hará que los precios de los productos básicos mexicanos estén menos expuestos a la volatilidad de los mercados mundiales de alimentos.
Jesus Ramirez, jefe de comunicación de la presidencia, le dijo en entrevista a Bloomberg News que el Gobierno de México está buscando un pacto con las empresas privadas para limitar los aumentos de precios de los artículos básicos y el potencial acuerdo, que podría ser anunciado por el presidente en breve.
La inflación, tiene como efecto inmediato la pérdida del poder adquisitivo y afecta más a quienes ganan menos y eso es lo que preocupa al gobierno federal, pues a pesar del discurso de optimismo del presidente que considera que el país crecerá al 6% este año y que la recaudación de impuestos va muy bien, la realidad en la economía de los hogares es que los ingresos cada vez rinden menos.